Artículo de Opinión de José Ángel Almela

La Libertad de expresión, el camino hacia la madurez ciudadana

En la izquierda tenemos claro que lo primero no son ni tan siquiera los ideales, lo primero es la gente y el proyecto colectivo. En Podemos incluso tenemos puesto blanco sobre negro, en las obligaciones de nuestros cargos, “todas las personas titulares de cargos designados por Podemos en cualquier órgano de las Administraciones Públicas o de cualquiera de sus entes instrumentales deberán aceptar: impulsar la protección de los animales” entre otras. Abolir los toros quedó fuera del acuerdo programático en el que se baso la coalición nacional de Podemos e IU, y por ende, también fuera de los objetivos políticos del partido. También quedó fuera del programa electoral, con el que Pieza-Puede consiguió 2 concejales en Cieza. documento que debe seguir vigente, y prueba de ello es que si ha tenido que modificarse algo del mismo se ha hecho en asamblea ciudadana.

No me equivocaría si dijera que en Podemos Cieza, los toros no nos gustan, me parece una fiesta de “otra época”, no de la nuestra, pero España es un país de tradiciones arraigadas, con nuestros mayores provenientes de generaciones en donde ha habido demasiadas prohibiciones,  y éstas, las prohibiciones es algo que no me gustan demasiado. Pero si que defiendo a ultranza el derecho a manifestación, y una manifestación contra la elección de un presidente del gobierno que no representa a la mayoría, no hay mejor forma de hacerla que frente a la cámara que va a tomar esa desacertada decisión. Una manifestación que lucha contra un Pedro Antonio Sánchez presuntamente corrupto, pero indudablemente falaz y/o fulero (Mentiroso), no hay mejor sitio que hacerla que frente al Palacio de San Esteban.

Sin embargo sí me encantaría que se abriera un debate en la ciudadanía Ciezana, y que fuera ésta, libre de ataduras y estigmas la que decidiera no solo su devenir político, si no también el cultural. No me gustaría que Podemos cometa el desacierto de otros, de tomar decisiones que los ciudadanos no les han pedido que tomen.

Acepto que la tauromaquia esté arraigada culturalmente en el pueblo español y en parte del Ciezano como una fiesta lúdica jovial, por ello, la mejor forma de ir dando pasos para que esto quede solo en nuestra historia, no es prohibir esta tradición desde los Gobiernos, es revertir esa forma de vivilo, hacer ver, que de fiesta sí que tiene,  pero la brutalidad con la que se maltrata a este animal no tiene nada de jovial, si no más bien triste, ofensivo y ultrajante.

Empezaría con no consentir que con dinero público se festejen fiestas que no son edificantes. El problema se eliminará con mucha más solidez democrática, cuando se construya un consenso que haga que eso no dependa de un gobierno sino de un pacto en la sociedad para que ésto forme parte cada vez más del pasado.

 

 

 

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