Codicia

Parece que la Justicia, aún lenta y renqueante, funciona. Tan manifiestos y graves son algunos quebrantamientos de la Ley que los intentos por silenciarla resultan estériles. Aunque nuestro código penal fue concebido para el robagallinas (presidente del Supremo dixit), los jueces y tribunales disponen de algunas herramientas con las que reprender los nauseabundos delitos de cuello blanco. De un tiempo a esta parte, nuestros reclusos comunes no dan crédito a las incesantes visitas de presos distinguidos. El delito siempre me ha suscitado tristeza y la respuesta punitiva la he percibido … Sigue leyendo Codicia