Detenido un empresario y seis “ayudantes” por una estafa piramidal de casi dos millones de euros

Los “ayudantes” detenidos habían sido inicialmente inversores que, una vez descubierto el fraude y querer recuperar su dinero pasaron a ser captadores de nuevos clientes

Crónicas de Siyâsa

Agentes de la Policía Nacional han procedido a la detención de siete personas, como presuntos autores de delitos de estafa, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal en Murcia.  Los implicados formaban un grupo empresarial, cuyo cabecilla,  también detenido, había diseñado una estafa piramidal de casi dos millones de euros, desde el año 2012, a través de un complejo entramado mercantil y con la falsa promesa de adquirir bonos que tendrían “una rápida y gran rentabilidad”.

Captación de pequeños inversores

El cabecilla de la estafa contactaba con pequeños inversores que convencía, haciendo gala  de un gran poder de  persuasión, gran poder adquisitivo, un elevado tren de vida y una aparente solvencia. Ofrecía productos  con un beneficio rentable superior entre al 10 y el 12% y combinando los productos financieros a través de cuentas Tentuplica de una entidad bancaria que podrían aumentar por 10 el capital invertido.

Iniciada la investigación a través de una denuncia donde la víctima manifestaba haber sido estafada causándole un perjuicio económico de  más de 100.000 euros. Dinero éste que habría entregado al cabecilla del grupo organizado.

Tras un estudio pormenorizado y una vez comprobado la veracidad de los hechos denunciados se contactó con otras víctimas. Se procedió a comprobar los estados de las cuentas de los principales implicados y el complejo entramado mercantil que era utilizado para la captación. Además, se pudo constatar que el dinero aportado por las víctimas se movía entre las diferentes cuentas del entramado para cubrir los pagos mensuales de intereses que debían entregar a las víctimas para que, de ese modo, no desconfiasen, y no retirasen el capital, prorrogando año tras año la inversión.

Varios de los clientes pasaron a formar parte del grupo criminal

Los “ayudantes” se dedicaban a captar inversores entre su círculo cercano, aprovechando la relación de confianza, para que aportaran cantidades de dinero que oscilaban entre los 6.000 y 60.000 euros, con la promesa de adquirir estos productos financieros que tendrían una “rápida y gran rentabilidad”. Estos “ayudantes” habían sido inicialmente inversores que, una vez descubierto el fraude, captaron nuevas víctimas para recibir a cambio una contraprestación económica y poder recuperar lo invertido.

 

 

 

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