Editorial

S.O.S. SALVEMOS LA OLMEDA DEL MARIPINAR

Los centenarios olmos del Maripiar, patrimonio de la localidad y de todos los ciezanos y ciezanas, están agonizando. La plaga de la galeruca y el estrés hídrico, debido a la sequía que sufre la zona, están mermando la capacidad de supervivencia de la olmeda. En el último Pleno Municipal, CCCi elaboró una propuesta, que fue aprobada por todos los partidos políticos de Cieza, para «instar a la Dirección General de Medio Natural la poda urgente y tratamiento efectivo de la olmeda del Maripinar tendente a la mejor garantía de seguridad y conservación de la misma y a la seguridad de las fincas colindantes, de los usuarios de éstas y del tráfico rodado y pedestre de la carretera comarcal que abraza».

Este verano se procedió, por parte de la Comunidad Autónoma que es quien tiene la competencia, a la aplicación de un tratamiento fitosanitario para erradicar la galeruca. Sin embargo, el riesgo, además del obvio para la propia olmeda, se ha ampliado a los viandantes y los propietarios de los campos anexos, pues se han producido varios desprendimientos de ramas. Anteriomente, también se solicitó su inclusión en el Patrimonio Arbóreo Monumental de la Región de Murcia.

Nos satisface la unión política que han tenido nuestros representantes municipales en este asunto, como no podía ser de otra forma, ya que los intereses generales de la ciudadanía de Cieza deben estar por encima de cualquier interés político particular. Y esta es la dirección que debemos seguir, no solamente nuestros representantes políticos sino todos los ciudadanos y ciudadanas de la localidad.

Conservar y preservar nuestro patrimonio, al mismo tiempo que la seguridad, es algo imprescindible. Para todos los ciezanos y ciezanas esa olmeda es parte de nuestra infancia, de nuestros recuerdos más tiernos. Para todos sería inconcebible imaginar nuestro río sin la visión de fondo de esta preciosa olmeda, originalmente plantada para dar sombra a las carretas en su entrada o salida de Cieza.

Y no solo de la olmeda del Maripinar debemos preocuparnos. Asimismo, debemos preservar el olmo de Los Tapones y otros que se puedan encontrar en peligro. No podemos obviar que no hace mucho murió otro olmo centenario situado en el Camino de Madrid. La urbanización y los ritmos de vida modernos, en ocasiones, pasan una factura letal a nuestro patrimonio arbóreo. La contaminación lumínica y acústica o el asfaltado y la colocación de aceras, que provoca que las raíces no puedan obtener los nutrientes básicos, producen un tremendo efecto sobre ellos.

Así por tanto, la Comunidad Autónoma debe ponerse manos a la obra y escuchar la instancia de CCCi, apoyada por todas las formaciones políticas, con el objeto de salvaguardar esta olmeda. Porque no es un mero capricho. Estamos hablando de velar por la seguridad de la ciudadanía y salvaguardar nuestro patrimonio arbolístico para nuestro propio disfrute y porque es nuestra herencia para las generaciones venideras. Para que ellas también puedan disfrutarlos y no tengan que contemplarlos, de manera nostálgica, en una fotografía.

 

 

 

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