Elenco ciezano para llenar de magia el Capitol

El próximo 14 de diciembre se estrena en el teatro ciezano la obra Pic-Nic, un alegato contra la guerra

Mercedes Dato

¿Qué es la guerra?, ¿Y qué sentido tiene? Si lanzamos estas preguntas al aire, quizás no logremos obtener ninguna respuesta, o quizá la respuesta más clara sea el sentido. Eso es exactamente lo que quiero contar. Pic-Nic, de Fernando Arrabal, nos cuenta como unos jóvenes soldados llamados a combate, Zapo y Zepo, enemigos entre sí, ignoran y asumen con inocencia, el motivo y el origen  de su enfrentamiento. Ninguno de los dos quiere estar ahí. Y tienen miedo porque “no valen para hacer la guerra, todos sus amigos les pueden”. Ambos, a pesar de pertenecer a ejércitos opuestos, se asemejan tanto, que sus historias son paralelas. Caminan con los mismos zapatos. Entre medias el Señor y la Señora Tepan, padres de Zapo, deciden hacer una visita a su hijo y pasar un día de campo, “aprovechando que es domingo”. Y porque para ellos, la guerra si tiene sentido y no le tienen miedo, aunque extrañan las de antes.

En eso aparece Zepo, movido por la distracción y la inocencia, de quien pasea. Es apresado, “porque es un enemigo” para posteriormente ser invitado a comer, “porque ahí que ser bueno con todo el mundo”.  Y todo esto ocurre, en una austera trinchera, en un desolador campo de batalla, que sirve de contrapunto ante la viveza de los personajes.  Un bombardeo, una tortilla de patatas, miedos, sueños, un brindis, cañonazos, risas, y momentos absurdos,  llevan a los personajes  a poner fin a la guerra. ¿Lo conseguirán?

Esta adaptación no pretende ser otra cosa que un fuerte alegato en contra de la guerra. Y de paso conmover y hacer que el espectador se cuestione,  desde la comedia, un asunto tan dramático.

Este montaje es la punta del iceberg, de un proyecto que se está fraguando en las entrañas del Teatro Capitol, junto con la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Cieza, que pronto verá la luz. Que, además, cuenta con la extraordinaria participación de un equipo artístico-humano, todos ellos del municipio, que hacen del proyecto, un camino a recorrer liviano, bello y “absurdamente” (absolutamente) experiencial. María Molina, Rodrigo Gómez, Lola Balsalobre y Mariela Lucas, forman el reparto principal de la obra, junto a Sergio Town y una servidora. En el aparato técnico y peripecias, contamos con la precisión de Luis Foulquié y Sergio Town. Y, como telón de fondo, la magia escenográfica de Pedro Camacho. Todo un equipo que está cociendo un guiso que esperamos sea del gusto de todos y no le falte sal.

 

 

 

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