Entrevista a los concejales de Podemos: «Seguiremos abriendo puertas y cajones y corriendo cortinas»

ENTREVISTA  

Pilar Martínez y Miguel Gual son dos personas sencillas que se han visto, por voluntad propia, inmersas en la vorágine política de Cieza. La primera es una Técnico Superior en Radiodiagnostico aficionada a la cultura en general, por lo que no sorprende que sea la titular de la Concejalía de Museos, Universidad Popular y Artesanía, además de una apasionada del flamenco y de la gastronomía, no en vano es autora de un libro culinario sin editar. El segundo es un polifácetico profesor de Geografía e Historia retirado, amante de los Beattles, de Led Zeppelin y del senderismo, sin quitarle mérito a su faceta de investigador de la historia medieval. Son la cara visible, los concejales, de Podemos ante la ciudadanía.

 Javier Gómez

Hace calor. Ya comienza a manifestarse, tímidamente, el verano por las concurridas y bulliciosas calles del casco histórico de Cieza. Es lo habitual en una tarde de mayo por estos lares. En la puerta de la sede de Podemos nos recibe Miguel Gual, concejal de Nuevas Tecnologías, ataviado con su indeleble media sonrisa y un polo rojo que resalta en la lejanía. Puntual a la cita, nos invita a pasar. Pilar Martínez, la edil de Museos, apenas llega un minuto después con su florido vestido estival.

No parecen políticos al uso. Más adelante tendremos posibilidad de comprobar su sencillez. Para nada estirados en las formas, ni engolados. En primer lugar, nos planteamos qué aporta Podemos, apenas un recién nacido, pero con la fuerza de un gigante, a la política ciezana. “La principal diferencia radica en el cambio de las formas políticas –Gual sonríe y se explica-. Nosotros no venimos a vivir de la política sino a trabajar para el pueblo. Ni metemos la mano ni tenemos negocios turbios”, Pilar asiente complacida.

Ring, ring, ring. Los teléfonos arden, fiel reflejo de la vida política de nuestros entrevistados. Esta tónica nos acompañará durante toda la entrevista.

La siguiente cuestión es ineludible. Una cama para tres o un ‘tripartito’, como en ocasiones se le llama despectivamente, es el equipo de gobierno de Cieza en el que conviven Podemos, PSOE e Izquierda Unida. Pero, ¿es posible el amor entre ellos o es, simplemente, un matrimonio de conveniencia? “No, conveniencia no es. Todos pensamos más o menos de manera similar y en las votaciones de los Plenos, nuestro voto va en el mismo sentido”, subraya Gual. A Pilar la pregunta le sorprende recién llegada de hablar por teléfono. “En realidad, una de las ideas principales era apartar del gobierno al PP, aunque es innegable que tenemos una sintonía ideológica común y personalmente nos llevamos muy bien”, a continuación baja la mirada y juguetea con un bolígrafo y un papel, dibujando garabatos. Entre llamada y llamada; entre pregunta y pregunta, la edil continúa con sus dibujos, inconscientemente. Miguel es la mesura; Pilar el impulso.

En las primeras elecciones que ha participado Podemos Cieza (Cieza Puede) ha conseguido obtener dos concejales y ser parte del equipo de gobierno. ¿Sería posible, en un futuro no muy lejano, llegar al escalafón principal, la alcaldía? Ambos ediles contestan casi al unísono. “Creemos en ello desde el minuto cero”, se adelanta levemente Gual. “Claro, que sí –subraya Pilar Martínez-, sino no estaríamos en esto. Tarde o temprano sucederá y espero que sea una alcaldesa”, replica con una mirada cómplice a su compañero de formación.

Sin embargo, no todo es idílico en la corta vida de Podemos. Al igual que las alabanzas, durante estos dos años de legislatura las críticas al incipiente partido no han cesado. Las últimas son aquellas que censuran que los ediles de Podemos hayan cogido competencias. Gual aprecia que sólo existen dos maneras de hacer política: desde la oposición o desde el gobierno “y nosotros pensamos que tomar el cargo de las Concejalías de Nuevas Tecnologías y de Museos, Universidad Popular y Artesanía es una forma de plasmar la filosofía del partido y de trasladar la ilusión de éste al campo municipal”, asevera con la fe del creyente.

Pasamos a temas internos peliagudos. ¿Existe en Podemos Cieza división entre errejonistas, pablistas y anticapitalistas? Miguel Gual replica rápidamente: “No existe ningún tipo de división”. Pilar toma el testigo y matiza, entre carcajadas, que no hay guerras civiles en Podemos ya que, realizando un símil mosquetero, “vamos todos a una”. Lo cual no es óbice para que cada uno haya votado por alguna de las opciones, manifiestan. Sin embargo, después de Vistalegre II afirman con rotundidad que todos reman en la misma dirección. La edil añade que las tres candidaturas les visitaron “pero no nos hemos posicionado”. Gual, raudo, sale al quite, quizás porque intuye nuestra réplica: “Bueno, yo sí me he posicionado”. Es vox pópuli que el concejal de Nuevas Tecnologías es ‘errejonista’, por los cuatro costados.

Ring, ring, ring. Nueva pausa. Las empresas telefónicas ‘van a hacer su agosto’ esta tarde en la coqueta sede de Podemos, pero enseguida nos indican que los teléfonos se los pagan de sus bolsillos. Cuando regresan de atender las llamadas les aguarda un bombardeo. Populistas, chavistas, proetarras son algunos de los calificativos peyorativos de que han sido objeto los simpatizantes del Círculo. Les preguntamos por los mismos. Se lo toman con humor. “Me conformo con que intenten denigrarnos de esta manera. Lo prefiero a que nos llamen corruptos”, arguye Pilar Martínez.

Otro asunto candente y tema de corrillo de mentideros versa sobre la no continuidad de Miguel Gual en la organización política. Se toma unos segundos, parece desear que el halo del suspense se apodere de la sala; de fondo se escucha el repicar de las campanas de la Iglesia de la Asunción. Durante ese breve espacio de tiempo intuimos que reflexiona, quizás para ‘salirnos por peteneras’. Sin embargo, era un ardid porque zanja la cuestión: “Rotundamente sí. Cuatro años es suficiente para dejarnos la vida por las ciezanas y ciezanos. Nosotros no estamos aquí para medrar. No es nuestra visión de la política”, sentencia el edil. Por tanto, cuando finalice la legislatura concluirá también la aventura política de Miguel Gual.

Podemos no deja indiferente a nadie. O se le ama o se le odia. Esa parece ser la disyuntiva que le atañe. Pero, ¿es cierto? “Por las calles notamos el afecto de los vecinos. Nos jalean: ¡Dadles caña! -explica Pilar, con un brillo en los ojos- “No nos olvidamos de dónde venimos”. En la misma línea, Gual señala que los vecinos les advierten para que no se dejen engañar. “Vamos a seguir abriendo las puertas del gobierno a los ciudadanos. También los cajones del Ayuntamiento, y correremos las cortinas”, cuando concluye Gual ambos concejales ríen sin cesar. En resumidas cuentas: denuncia y transparencia. No en vano, gracias al trabajo de Podemos, Cieza se colocó en el primer escalafón regional de la tan en boga transparencia.

Que trabajan para el pueblo lo expresa Gual mediante una anécdota: “A nosotros acuden los vecinos, en numerosas ocasiones, cuando su situación es desesperada. Un día acudió uno con un aviso de desahucio. Y decidí acompañarle para mediar con el banco. Le pagamos con su misma moneda. Le dije al director “si no se detienes el proceso el Ayuntamiento te retira las cuentas”. ¡Ojo!, que es una medida que tenemos consensuada en el equipo de gobierno. Las personas son lo primordial en la vida. Resultó curioso como reculó y se mostró amable. Si es que…poderoso caballero es don dinero”, vuelve a carcajear satisfecho.

El tiempo se ha ido consumiendo entre llamada y llamada; afirmaciones y respuestas; y carcajadas. Pero, ¿cómo desean los ediles de Podemos que sea el futuro de Cieza? Recapacitan un poco. “Yo, personalmente –interviene Miguel-, quiero que el Ayuntamiento dé el salto al siglo XXI (en su mano está, pues es el concejal de Nuevas Tecnologías), y, particularmente, seguiré trabajando para ello como un enfermo”. Pilar, con un espasmo, suelta el bolígrafo y deja de lado los garabatos: “El Partido Popular nunca apostó por Cieza; solo dejó los cajones llenos de proyectos pagados, pero sin realizar. Ahora, Cieza existe para Murcia y estamos consiguiendo salir de la etapa oscura que nos dejó el anterior gobierno municipal. Seguiremos trabajando, con la misma ilusión, para que los ciudadanos puedan participar y disfrutar”, concluye la edil de Museos.

Ring, ring, ring. Los teléfonos continúan con su machacona melodía. El tiempo y las preguntas se agotan. Tenemos que partir, regresar a las bulliciosas calles históricas de la localidad. Las tinieblas comienzan a apoderarse de la urbe y el sol, tímidamente, se refugia tras las montañas. Sin embargo, nuestros protagonistas no creen que la oscuridad se adueñe de la ciudad. Tienen una particular visión de la política. Son políticos con fecha de caducidad.

 

 

 

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