Para su portavoz en Cieza “se ha producido una utilización perversa del objeto legal de este tipo de contratos que permite la contratación de quienes no tienen cualificación asociada a dicha ocupación”
Crónicas de Siyâsa/Izquierda Unida
«El contrato para la formación y el aprendizaje nació para facilitar el acceso al mercado de trabajo de las personas más jóvenes y con menores niveles de cualificación. Sin embargo, su utilización se aleja de los buenos propósitos iniciales y sus resultados difieren mucho de los logros esperados, lo que sumado a que consumen muchos recursos públicos, les hace merecedores de un rotundo suspenso», alegan fuentes ecosocialistas. Así se desprende del estudio de CCOO ‘Contratos para la formación y contratos en prácticas. Febrero 2019’, que analiza la información de contratos formativos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Atendiendo a los datos ofrecidos en este informe, el portavoz de Jóvenes de IU-Verdes de Cieza, Juanjo Montiel considera «urgente» una reforma acordada con las organizaciones sindicales y empresariales del contrato para la formación y el aprendizaje juvenil, «cuya utilización inadecuada ha desvirtuado su objeto inicial, de manera que ni ha ocupado a los más jóvenes, como era su finalidad, ni han mejorado su cualificación e inserción en el mercado laboral».
Juanjo Montiel ha llamado la atención sobre los datos que arroja el referido informe; concretamente los referido al número de contratos para la formación y el aprendizaje que ha crecido de forma sostenida. Así, en el año 2018 se celebraron 52.803, un 0,2% del total y un 9% más que en 2017. Este crecimiento ha sido mayor que el 3% registrado para el conjunto de las contrataciones.
Para Jóvenes de IU-Verdes de Cieza, “se ha producido una utilización perversa del objeto legal de este tipo de contratos que permite la contratación de quienes no tienen cualificación asociada a dicha ocupación”. Así, en el 2018, el 11% de estos contratos se realizaron a personas con formación profesional o estudios de grado, supuestamente por carecer de cualificación relacionada con dicha ocupación – “Esto posibilita que una mujer con la carrera de Medicina pueda ser contratada como camarera”, explica Juanjo Montiel-, mientras que solo el 36% se formalizaron con personas sin estudios o con estudios primarios. «Algo que resulta inadmisible».
«Tampoco estos contratos parecen haber mejorado las oportunidades de los y las jóvenes para encontrar un empleo de calidad -precisa el portavoz- ya que sabemos que es el sector Servicios el que acapara este tipo de contratos, el 92% de ellos se celebran en este sector y lo hace para ocupaciones relacionadas con la restauración».
Para Jóvenes de IU-Verdes, «es evidente que los incentivos económicos a esta contratación han consumido una parte muy importante de recursos públicos. Ha sido así porque el anterior Gobierno del PP no escatimó en bonificaciones y liberalización de requisitos a las empresas, sin que un balance de los efectos en el empleo y en la empleabilidad de las personas lo justificara».
Finalmente, Juanjo Montiel ha precisado que “dado que los contratos de formación y aprendizaje juvenil paradójicamente no han ocupado a los más jóvenes, como era su finalidad, ni han mejorado su cualificación e inserción en el mercado laboral, es imperiosa una reforma del contrato para la formación que responda a los fines de la formación profesional dual, que sea acordada con las organizaciones sindicales y las empresariales”.