Editorial

LA LIMPIEZA Y ADECUACIÓN DE LOS POLÍGONOS Y LA INSTALACIÓN DE GRANJAS PORCINAS

Esta semana desde el Consistorio han anunciado las mejoras que se han proyectado en los polígonos industriales de Cieza. Estas mejoras son necesarias, tanto de limpieza como de colocación de señales viarias si se pretende, según señalan fuentes consistoriales, tener unos espacios indrustriales en condiciones, que atraigan a las empresas a establecerse en la localidad y, por tanto, que generen empleo en la población ciezana.

Nunca nos hemos cansado de repetir que la agricultura es un factor clave en la localidad, pero no debe ser el motor principal de la misma. Ninguna sociedad desarrollada puede avanzar en su crecimiento económico si el sector primario es el principal. Por ello, estas iniciativas municipales son las que deben primar para transformar nuestro tejido económico. Además, se ha anunciado que se pondrá a disposición de las empresas las parcelas con suficiente atractivo y que todos los años se incluirá una partida presupuestaria para seguir llevando a cabo mejoras. Lo cual no es óbice para que se descuide, ni por un solo momento, a nuestra agricultura ni a nuestros agricultores. Por eso es fundamental el paso dado con la IGP del melocotón amarillo de Cieza.

También nos adelantan a esta redacción que se va a implantar un proyecto de vigilancia, coordinado con la Policía Local, en los polígonos y en Ascoy. Algo necesario para modernizar y garantizar la seguridad de estos espacios.

Todo ello podrá repercutir en la bajada del desempleo, que ha descendido en 2018 hasta al 15% (cuatro puntos por debajo de la media regional) y en 1.114 ciezanos y ciezanas menos en esta dramática situación. Aún así, hay que seguir insistiendo, en la medida de lo posible, para rebajarla más.

Además, esta semana Francisco Saorín, edil de Urbanismo, ha asegurado tajantemente que no se instalarán granjas porcinas que sean perjudiciales para el medio ambiente en Cieza. Desde estas líneas apoyamos tal decisión. Por diversos motivos. En primer lugar, la instalación de este tipo de granjas no genera apenas puestos de trabajo, que sería el único condicionante positivo a tener en cuenta. No se llegaría ni siquiera a la decena. Por otro lado, el daño ocasionado por los purines a los acuíferos y al terreno sería muy grande, máxime si tenemos en cuenta, como decíamos unas líneas más arriba, que Cieza debe mimar a sus agricultores. Estos han sufrido demasiados engaños de los gobiernos de turno y han pasado demasiadas penurias para que se les añada ninguna más. Asimismo, el daño ocasionado al medio ambiente y los olores producidos serían enormemente perjudiciales para el conjunto de la ciudadanía. Por tanto, desde aquí le pedimos a Saorín que se mantenga firme.

En definitiva, lo que queremos, y creemos que al igual que la gran mayoría de los ciezanos y ciezanas, es que nuestro municipio prospere económicamente, pero no a cualquier precio. En la diversificación correcta, dentro de nuestros potenciales recursos, debe estar la solución. Y, por supuesto, se debe seguir cuidando a nuestros sufridos agricultores, desamparados ante “políticos” que solo buscan su rédito electoral y a la interperie de ese ente abstracto denominado “mercado”. Aunque solo es abstracto en la responsabilidad pues no lo es en el beneficio, ahí sí que tiene nombre y apellidos. Casi siempre suizos y con pulseras españolas.

 

 

 

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