María Guirao: “Las relaciones tóxicas no son porque las personas seamos tóxicas por naturaleza, sino porque nos comportamos de esta manera disfuncional”

ENTREVISTA

La psicóloga ciezana nos abre las puertas de su consulta para hablar de sexología, disfunciones sexuales, relaciones tóxicas, depresión y rupturas amorosas

Miriam Salinas Guirao

María Guirao Carrillo es psicóloga especialista en sexología. En la actualidad, participa en varios programas de radio en Abarán y Cieza. Trabaja con la asociación Edisex, una asociación de sexólogas de Murcia, con la cual realiza talleres y charlas de educación afectivo sexual y de igualdad en colegios e institutos. Tiene, además, su espacio de orientación psicológica en la Clínica Alfonso X de Cieza. La formación supone una parte fundamental de su trabajo diario, con su continua actualización.

Pregunta) Hola, María, me gustaría conocer tu historia desde el principio. ¿Tuviste claro el camino que ibas a emprender? ¿Por qué estudiaste psicología?

Respuesta) La verdad es que ahora mismo, en este momento actual, te respondería que todo el camino recorrido, no ha sido algo planeado o muy meditado, creo que he ido día a día tomando decisiones, que en ese momento me parecían las correctas sin pensar demasiado hacia dónde iba, aunque siempre me motivo por la sensación interna de estar ayudando a los demás, y eso me hace sentirme bien. Hasta, es más, a día de hoy todavía no sabría decirte dónde me veo dentro de 5 años, aunque sí siendo psicóloga y trabajando con personas, eso es lo que tengo seguro

Me parece curiosa la pregunta del por qué psicología ya que muchas veces los psicólogos o las personas que estudian psicología escuchan la frase de “si estás en psicología es porque en cierta manera has entrado para trabajarte tú” o “todos los psicólogos estáis un poco locos”. Obviamente esto no es una realidad, aunque sí que creo que las personas que solemos estudiar psicología es porque nos hacemos de alguna manera preguntas. Desde que tengo recuerdos de mí misma, me ha interesado entender el porqué de las conductas o comportamientos de los demás, cuando era pequeña me hacía este tipo de preguntas como el qué sentirá esta persona o qué pensaría si actuase de esta manera, qué le habrá llevado a actuar así… siempre quizás centrada en el entender al otro, esto me parecía una manera de mejorar yo y mejorar mi relación con los demás. Posteriormente, tengo buenos recuerdos de la asignatura de filosofía en instituto y cómo nos enseñaban a pensar. Creo que todo esto se fue uniendo y llegó un punto, cuando hice la selectividad que lo tuve más que claro.

P) Has desarrollado diferentes actividades relacionadas con tu especialidad. ¿Por qué escogiste esa rama?

R) En primer lugar, la sexualidad considero que es un área de la vida muy importante. En concreto en la especie humana, la sexualidad abarca muchos matices, no solo la respuesta o actividad sexual. El cómo me siento en cuanto a mi género, cómo me expreso o cómo quiero proyectarme hacia fuera, el expresar y sentir amor, todo eso y muchas cosas más tienen que ver con la sexualidad humana, es un tema que me fascina. Y añadiría que vivir cuidando nuestra sexualidad es clave para disfrutar de un bienestar psicológico.

Por otro lado, siempre me ha parecido interesante el tema de la sexualidad, porque es algo bastante tabú para la sociedad, y es curioso porque como he mencionado antes, es muy importante, pero en cambio nos cuesta hablar mucho de ello. Hasta en la consulta se puede observar, personas que les cuesta mucho tratar estos temas o que en un primer momento su consulta va por otra línea y al tiempo comentan temas de su sexualidad que les preocupan. En general, hay mucho temor a hablar de ello y más si la sexualidad no está funcionando como a la persona le gustaría o como la sociedad lo ve como normal.

En resumen, me gusta tratar este tipo de problemas porque intento no juzgar a la persona y que esta, por lo tanto, no se sienta juzgada, ya que es importante para que puedan confiar en ti. En la medida de lo posible, me gusta recibir a las personas que entran a mi despacho con todos sus problemas y que se sientan aceptados, siendo un lugar donde pueden expresarse sin miedo a equivocarse.

P) El aumento de las depresiones, y otras enfermedades relacionadas, en la población joven ¿es una tónica continua? ¿A qué se debe? ¿Sigue la estela en la localidad?

R) La depresión o el estado de ánimo depresivo es uno de los problemas emocionales más frecuentes en nuestra población en general, y uno de los motivos de consulta más habituales en psicología. En general este trastorno se caracteriza porque la persona se encuentra triste, apagada, con poca motivación por la vida, en general, además, a las personas con depresión les cuesta disfrutar de las cosas del día a día o de las actividades placenteras, llegando a un punto que quizás no las realizan o directamente no salen de casa, por esta dinámica del estado de ánimo bajo. En cuanto a la depresión en las personas jóvenes, si te soy sincera, no sé si ahora los jóvenes tenemos o sufrimos más depresión que hace unos años, lo que sí que está ocurriendo es que hoy en día cada vez más se está normalizando el hecho de tener problemas emocionales y se habla de ello cada vez, quizás, siendo menos tabú. En cuanto a las causas de la depresión en jóvenes, considero que la baja autoestima o el tener una visión negativa de uno mismo o de una misma, influye de manera clave a la hora de interpretar la realidad que nos rodea. En otras palabras, las personas que se suelen hablar mal a sí mismas o que no se valoran de una manera realista suelen ser personas más propensas a tener un estado de ánimo bajo.

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P) Hablemos sobre relaciones tóxicas y rupturas, ¿la ayuda profesional es crucial para avanzar en estas situaciones?

R) Es cierto que la ayuda profesional puede ser muy interesante a la hora de aprender por qué nos ha ocurrido o cómo nos hemos visto envueltos en una relación en la que ambos nos faltábamos al respeto. Y es que al final las relaciones tóxicas no son porque las personas seamos tóxicas por naturaleza, sino porque nos comportamos de esta manera disfuncional. Comento disfuncional, puesto que en las relaciones tóxicas son frecuentes las faltas al respeto de a la pareja, y se mantienen debidas a una dependencia emocional de ambos en la relación, “el no puedo vivir sin ti” o por el miedo a quedarnos solos. Volviendo a la pregunta, creo que es importante el pedir ayuda para mejorar y aprender a relacionarnos de una forma sana, aunque con un matiz, para que esto funcione la persona que acude a consulta debe de haberse dado cuenta que la manera en la que se relacionaba no era sana y por lo tanto estar motivado o motivada al cambio. Y digo esto porque a veces esto no es fácil, debemos tener en cuenta que no se nos educa, en la mayoría de los casos, a tener relaciones de pareja sanas, o relaciones en general, desde pequeños se nos inculcan unos ideales o creencias en cuanto a las relaciones de pareja que quizás no sean los más sanos. Recuerdo un caso concreto en un instituto trabajando los celos, un alumno me comentó que hay veces que es normal ser celoso y querer saber dónde está tu pareja, ya que te preocupas por él o por ella y si tienes miedo a perderlo o a perderla es porque la quieres o lo quieres. Este tipo de ideas, las aprendemos desde pequeños, no nos las cuestionamos, y al final si no lo hacemos están siempre latentes en nuestra mente y nuestra manera de entender las relaciones. Con todo esto quiero decir, que al final el trabajo está en reprender y relacionarnos de una forma sana, cuestionándonos algunas ideas, que es la mejor manera de amar.

P) Las disfunciones sexuales son otra de tu especialidad, ¿ha cambiado el concepto? ¿Hay tabús?

R) Por supuesto que sí. Cuando hablamos de disfunciones sexuales nos referimos a que la persona suele tener un problema que no le permite funcionar o tener una respuesta sexual normalizada, y este hecho le hace sentirse mal, consigo mismo o consigo misma, afectándole quizás a otras áreas de su vida, pareja, trabajo, área social, etc. Por lo tanto son temas bastante delicados. Las disfunciones sexuales se pueden trabajar y también se pueden prevenir. La mejor manera es con una buena educación afectivo-sexual. Y es que nuestra sociedad esta de alguna forma dándole una importancia al sexo cuantitativamente alta. Un hecho que no ayuda a que los problemas sexuales se traten con normalidad es que muchas veces la sociedad, nos dice que ser una persona sexualmente activa o potente sexualmente es sinónimo de éxito o autoeficacia. Me parece curioso por ejemplo que cuando una pareja funciona bien a nivel sexual, y quizás todo lo demás no funciona bien, tendemos a justificar con el sexo el mantenimiento de esta relación. O cuando tenemos una primera cita, pensamos que si a la hora de tener sexo no funciona es un indicador de que esta persona no es para mí, por supuesto esto es un error en mayúsculas. Ayudaría poder hablar de sexo o de sexualidad sin miedo a equivocarnos y también ayudaría no juzgar nuestra valía por con cuánta gente nos acostamos, entre otras muchas cosas, para así prevenir una posible disfunción sexual. Por otro lado, trabajar las disfunciones sexuales es por supuesto algo real, muchas personas, piensan que su problema es para siempre y se resignan a vivir con esta situación durante toda su vida. En concreto recuerdo el caso de un hombre que desde adolescente había experimentado eyaculación precoz, y años y años de su vida se habían adaptado él y su pareja a esta realidad. O el caso de una mujer adulta que comentaba no haber experimentado el placer sexual durante un orgasmo. Son casos reales y en ocasiones frecuentes, que las personas lo viven con vergüenza, en ocasiones culpa, que les impide a la hora de buscar soluciones. Por eso y retomando el tema anterior, trabajar para nuestra sexualidad (relaciones afectivas, relaciones sexuales, cómo me siento conmigo misma o conmigo mismo) es muy importante y no debe ser algo que nos avergüence.

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