Podemos Cieza celebra el preacuerdo político sobre la revalorización de las pensiones con el IPC anual

El éxito, para la formación morada, “no es de los partidos políticos sino de la movilización ejemplar de los pensionistas españoles”

Crónicas de Siyâsa/Podemos

En fechas recientes, la Comisión del Pacto de Toledo ha ultimado un preacuerdo que contempla, en sustancia, una revalorización de las pensiones cada año en función del IPC real, sin perjuicio de que en periodos de bonanza económica las pensiones puedan aumentar su poder adquisitivo; no podrían, en cambio, reducirlo. El acuerdo de todos los partidos políticos desbloquea un camino que «llevaba mucho tiempo en vía muerta», señalan desde Podemos Cieza.

«Por parte de muchos defensores de las pensiones públicas -matiza la formación política en un comunicado de prensa- se han puesto de manifiesto, tras conocerse la noticia, recelos y reticencias. Y con razón: el texto del preacuerdo es ambiguo en algunos puntos, no tiene valor normativo y tiene que ser negociado con organizaciones sindicales y empresariales, y la posición de estas últimas es conocida de todos. Sin embargo, todo ello no puede ocultar que estamos ante un gran avance, que desde Podemos-Cieza celebramos con entusiasmo y que reafirma nuestra determinación en la batalla por unas pensiones decentes para las generaciones actuales y las futuras».

«Dejemos una cosa bien clara: más allá de su alcance final, el éxito indudable que supone este preacuerdo no es de los partidos políticos, sino de las movilización ejemplar que los pensionistas españoles mantienen de modo sostenido desde hace ya mucho tiempo».

La formación morada cree que «nuestros mayores nos han dado a todos una doble lección. Nos han enseñado lo que es la solidaridad entre generaciones, echando sobre sus hombros el peso de la crisis, manteniendo durante años, con pensiones exiguas, a familias enteras damnificadas por la crisis y sosteniendo, con ello, la paz social en este país. Pero también nos han mostrado cómo se puede luchar por los derechos  y que esta lucha es una obligación ética, irrenunciable: que los derechos nunca se conceden, sino que se conquistan, frente a quienes aspiran a la exclusividad del poder, con la perseverancia en la movilización. Y lo han hecho desde la generosidad y el convencimiento de que no solo combatían por lo que es suyo, sino también por el futuro de otras generaciones más jóvenes cuyos miembros, indefectiblemente, serán jubilados dentro de unas décadas».

«Este acuerdo es bienvenido, desde luego, pero de poco servirá si no va más allá de las palabras biensonantes y se traduce en normas jurídicas, en leyes que hagan nacer derechos reales. Y también aquí nuestros ‘yayos’ vuelven a acertar cuando deciden mantener, sin retrocesos, las acciones reivindicativas. No se fían, y hacen seguramente bien. Cuentan con todo el respaldo de nuestra organización política», sostienen.

Por todo ello, «urge sacar definitivamente del debate político la sostenibilidad de las pensiones, desmontar de una vez por todas el discurso neoliberal de la escasez de recursos, que solo busca dar soporte a la apetencia de los sectores económicos más fuertes por hacerse con un pingüe negocio. La constitucionalización de las pensiones públicas y de la garantía de su suficiencia debe entrar en la agenda política. La cuestión ya no puede ser si las pensiones futuras son o no sostenibles; debemos, incluso, negar este debate. La única cuestión admisible es la del ‘cómo”’financiar un derecho tan indiscutible como la sanidad, la educación, la justicia o el derecho de voto».

Finalmente, «hay que garantizar el poder adquisitivo de las pensiones de nuestros ancianos hoy, y de nuestros jóvenes mañana, no es un problema económico; es una cuestión de dignidad nacional».

 

 

 

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