El Puerto de la Mala Mujer

   Imagen de Antonio Hoyos

El experto en Historia de Cieza, José Olivares, narra en este artículo la interesante historia del Puerto de la Mala Mujer. El paraje, que en tiempos fue una calzada romana, ha albergado a lo largo de los siglos leyendas negras, una torre de vigilancia, una mujer asesina e, incluso, un bandolero descuartizado

José Olivares

Tradicionalmente las fronteras naturales, son espacios geográficos donde se acumulan creencias mágicas, ritos etnográficos y realidad, que alimentan historias y leyendas, desde la noche de los tiempos, como es el caso del  Puerto de la Mala Mujer en Cieza, entrada natural de la actual Comunidad Autónoma de la Región de Murcia  por el norte desde Castilla-La Mancha.

En el entorno del Puerto de La Mala Mujer y la sierra de la Cabeza del Asno, se han documentado los yacimientos arqueológicos de  las cuevas del Tino (con insculturas prehistóricas) y la de la Barca que cuenta como la anterior con evidencias milenarias de la presencia humana. En este yacimiento se ha recogido material arqueológico atribuible al Paleolítico Superior, Eneolítico, época Romana y Andalusí. Está justificada la atracción que sobre el hombre ha ejercido ésta cavidad, ya que en un entorno muy árido, la Cueva de la Barca presenta en su interior un pequeño manantial que brota en una poceta natural, siendo posiblemente esta alberca el origen del topónimo Barca o Barque que deriva con toda probabilidad del árabe Birka, que designaría la poceta mencionada.

En la antigüedad, por este paraje discurría la calzada romana que unía Cartago Nova con Complutum. Posteriormente, fue camino visigodo entre Murcia y Toledo. Pero es en la Edad Media, cuando se configura como un relevante lugar de tránsito por el que cruzaban pastores trashumantes, mercaderes, soldados y viajeros. Tenemos constancia de un puesto y torre de vigilancia documentado en 1267 y en el que, a lo largo del tiempo, se exigieron diversos Portazgo. (Derechos que se pagan por pasar por un sitio determinado de un camino).

En esta época convulsa, adquirió el Puerto fama de abusos tributarios a todo aquel que atravesara sus fronteras. El hecho debió forjar una leyenda negra que con el paso del tiempo adquirió connotaciones sombrías, que seguramente contribuyó sin duda  a la aparición de la conocida leyenda que refiere la presencia circunstancial de una mujer licenciosa que acostumbraba a robar y asesinar a los desdichados viajeros que se dejaban embaucar por sus encantos, además de los frecuentes episodios de bandolerismo que se registraron en la zona. En documentos de la época, hay referencias de la existencia de un caudillo musulmán llamado Zaén que en 1283 atacó a unos emisarios del rey castellano dirigidos por Pedro de Tobarra y los llevó cautivos a Vera. Posteriormente, se cita a otro malhechor un tal «Valcarcel» que hacia 1454  formó una banda con gente de Jumilla y Mula que operaban por la zona. Tal vez ese fue un antepasado de  D. Antonio Valcarcel y Rodríguez de Vera que en el  siglo XVII, se le conoció como Señor solariego del Puerto de la Mala Mujer. (Solariego: que tiene un linaje noble y antiguo).

En noviembre de 1856 se decidió construir una caseta de la Guardia Civil en el Puerto de la Mala Mujer, por existir una venta y casa de postas que debían controlarse. (Las casas de postas eran establecimientos donde se realizaban la toma y cambio de caballerías y asignación de postillones para los correos, viajeros o ganado).

Otro ínclito personaje que frecuentaba el puerto y zonas limítrofes, era el famoso bandolero Jaime Joseph Cayetano Alfonso Juan, popularmente conocido como Jaime Alfonso «El barbudo», que  fue detenido en Murcia en 1824 y ejecutado el 5 de julio de ese mismo año en la plaza de Santo Domingo de la capital murciana.

La autoridad tenía que dar un correctivo al pueblo que había convertido a Jaime Alfonso el Barbudo en un héroe, de forma que se descuartizó el cuerpo del bandolero desmenuzándolo en partes para luego ser fritas y de esta forma evitar que se descompusieran. (Todavía se utiliza en la comarca de Cieza la expresión “anda que te frían”). Cada parte de su cuerpo fue introducida en jaulas de hierro y fueron colgadas en postes bien visibles en los pueblos de la comarca. Su cabeza fue expuesta para escarmiento público en  el ayuntamiento de Crevillente,  su mano derecha se colocó en el puerto de la Mala Mujer, un brazo en Elche y otro en Murcia, el pie derecho fue a Hondón de las Nieves, situada en el suroeste de la provincia de Alicante en la comarca del Vinalopó Medio y el pie izquierdo a  la vecina población de Jumilla.

A partir del siglo XVI y hasta el XIX, la producción  industrial de la seda se convirtió en la principal fuente de riqueza de la región, hasta el punto de ser conocido este lugar de tránsito como ‘Camino de la Seda’ que unía Murcia con Toledo que en la época, era uno de los centros manufactureros más importantes de seda del país. La venta de la Mala Mujer era una de las paradas de descanso para los comerciantes que utilizaban esta vía de trasporte.

Sin duda,  otra actividad importante que se desarrollaba en este paraje, fue la trashumancia de ganado, que durante siglos sirvió para crear muchas y estrechas vinculaciones humanas entre los “agostaderos” de las sierras ibéricas de alta montaña y los “invernaderos”  de las tierras bajas mediterráneas, a través de  la Cañada Real de Los Cabañiles, que es la vía pecuaria de mayor entidad que atraviesa el término municipal de Cieza, con una anchura legal de 75, 22, metros y una longitud: 23.580’00, metros. Entra por el norte procedente de Hellín, pasa por el Puerto de la Mala Mujer y continúa dirección sur pasando al término municipal de Abarán. Las vías pecuarias con siglos de historia conforman un patrimonio natural y cultural único en Europa desde la aprobación de la Ley 3/1995 de Vías Pecuarias. Son bienes de dominio público de las Comunidades Autónomas y en consecuencia, inalienables, imprescriptibles e inembargables.

Para concluir esta pequeña aportación sobre los aspectos  geográficos e históricos del puerto de la Mala Mujer, citaremos a continuación la estación meteorológica AEMET Picarcho-Cieza, que está situada a los pies de la sierra del Picarcho, al norte del municipio de Cieza entre  la venta del Olivo y el puerto de la Mala Mujer, en el extremo oriental de la Sierra de la Cabeza del Asno, lugar valorado por los meteorólogos por encontrarse en pleno corredor de tormentas «Sierra del Puerto-Cancaríx», una zona estratégica para el seguimiento de tormentas severas en el sureste. En este paraje  son frecuentes las tormentas, fenómenos que en ocasiones vienen acompañadas de abundante granizo.

Este estratégico punto de observación, está ubicado en una antigua casa forestal. Actualmente el Ayuntamiento de Cieza, ha cedido su uso para instalar un albergue y aula de interpretación de la naturaleza. Por sus inmediaciones trascurren los  itinerario ecoturístico 39 Picarcho-Calasparra y  el camino de la Vera Cruz del Altiplano.

 

 

 

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