Viaje a las Ferias pasadas de Cieza

Nos situamos en dos periodos históricos diferentes, en 1891, hace más de 125 años y en 1959, hace 60 años. ¿Cómo eran las Ferias de Cieza?

Miriam Salinas Guirao

Hay una constante en las Ferias de Cieza: la música. Es el sonido singular que marca el periodo festivo. También los espectáculos, de todo tipo. El culto al patrón, los fuegos artificiales, el deporte y las corridas de toros. Los años pasan y las envolturas cambian, pero el fundamento de la fiesta, los nervios de los pequeños, los puestos de comida, el ritmo y la iluminación son invariables que, desde hace más de un siglo, se repiten: año tras año.

Primero vamos a visitar los últimos años del siglo XIX. El historiador Ricardo Montes Bernárdez cuenta que en 1891: “En marzo se incendia la Posada de las Monjas. En abril el concejal Bartolomé Molina es nombrado Gobernador civil de Zamora. Para junio se acuerda la construcción del matadero municipal en el Zaraiche Menor, la subasta de construcción tendría lugar en enero de 1892, otorgándose a José García Martínez. Dicho mes fallece el Padre Juan Morote Manfredi y el Ayuntamiento acuerda rotular con su nombre la casa y la calle donde nació. Llegado octubre el pueblo vivió un episodio de violencia de género, el asesinato de Pilar Martínez, de dieciséis puñaladas, por parte de su marido Mariano García Padilla, por motivos de celos, siendo condenado a cadena perpetua.” La mayor parte de la población ciezana se dedicada a actividades relacionadas con la agricultura, la ganadería y la artesanía. El paludismo, las epidemias de tifus exantemático, fiebre amarilla, cólera; y brotes de sarampión, viruela, gripe, escarlatina y difteria… eran enfermedades frecuentes y las crecidas y bajadas de las aguas suponían un elemento clave del discurrir local. La feria paraba los lamentos, un caramelo dulce: sabor intenso y breve que genera un recuerdo amable.

1891: la inauguración de la Plaza de Toros y espectáculos en dos teatros ya inexistentesferias de cieza

En 1891, Las Provincias de Levante, el 17 de agosto, lanzaba los primeros rumores sobre la esperada feria: “Funciones religiosas en los días 24 y 25, dedicadas al patrono de la villa, S. Bartolomé, en las cuales predicará el ilustrado Sr. Cavero, si no nos han informado mal, el cual nos aseguran, los que lo han oído, es un notable e ilustrado predicador. Veladas musicales en la feria, todas las noches. Castillo de fuegos artificiales en el sitio y días de costumbre.  Funciones de zarzuela desde del día; 21 al 28, en el bonito Teatro Juliá -creado por los hermanos Antonio y Mariano Juliá Barreri en la Avenida de la Libertad-. Funciones, también de zarzuela, en el Teatro Circo «Sanmiguel,» los días de feria. Funciones por las tardes, en el mismo teatro circo, por una notable compañía ecuestre y gimnástica. Inauguración de la nueva plaza de  toros – Antonio Galindo Flores pidió al arquitecto Justo Millán Espinosa, los planos y la construcción de una plaza de toros. Benito López Sánchez será el empresario organizador de las primeras corridas, incluyendo las de la inauguración.- con tres grandes corridas de muerte, lidiándose con reses de las  acreditadas ganaderías de Baillo y Flores: a estas corridas es probable que asista la brillante banda de música de Mula, que dirige el reputado profesor D. Julián Santos. Además, y si la comisión ha encontrado medio y local para ello, se celebrará una feria de ganado acordada por el ayuntamiento por vía de ensayo”.

Aquel agosto de 1891, el día 23, a las 20:00 horas, daría comienzo a la Feria “un magnífico Castillo de fuegos artificiales. A las nueve, representaciones lírico-dramáticas en los teatros Juliá y San Miguel. El día 24 a bien temprano la banda municipal de música recorrió las principales calles de la población. A las nueve, la solemne función religiosa a grande orquesta, dedicada al Patrono de esta villa, “por su antigua y piadosa Mayordomía, en la que predicará el elocuente Orador Sagrado Dr. D. Agustín Cavero, Canónigo de la Santa Iglesia Colegiata de Alicante”, explican las crónicas. Ese año, como se indicaba párrafo arriba se inauguraba la Plaza de Toros, el 24 de agosto a las 16:00 horas. “A las cinco de la tarde, ejercicios ecuestres, gimnásticos, acrobáticos y cómicos en el Teatro Circo Sanmiguel. A las seis, concierto musical en el Real de la feria y paseo de Marin-Barnuevo”. A las ocho de la noche, se quemó otro magnífico Castillo de fuegos artificiales. A las nueve, representaciones en los teatros. El día 25 a las nueve de la mañana, otra solemne función religiosa, a grande Orquesta, dedicada también a nuestro santo Patrono por el ilustre Ayuntamiento de esta villa. A las cuatro de la tarde, segunda corrida de novillos. A las seis de la misma, concierto musical en los paseos. A las nueve de la noche, representaciones en los teatros”.

Los tres primeros días de Feria estaban repletos de actuaciones y música. Y el resto de día traía la misma tónica: conciertos, representaciones en los teatros. Y paralelamente se celebraría feria de ganados. En la información de la programación se animaba a “fomentar en esta feria la cría de animales de labor”, por ello el Ayuntamiento establecía los siguientes premios: al mejor par de mulas, 50 pesetas; al mejor par de bueyes, 30; vacas, 25; a la mejor yegua española de vientre, 25; al mejor caballo español, 25; lechal mular, 15; a la mejor burra, 20; al mejor burro, 15; a la mejor burrucha, 10;  cerda de cría, 15; al mejor cerdo, 15; a la mejor oveja, 10; al mejor carnero, 10; a la mejor cabra de leche, 15; cabra, 10; al mejor macho cabrío, 10.

Ahora toca otro salto en el tiempo hasta colocarnos en 1959, hace 60 años.

1959: deporte y espectáculosferias-antiguas2

El 16 de agosto de 1959 en Murcia sindical, el alcalde Mariano María-Blázquez García-Gutiérrez hacía un pequeño resumen de su etapa: “Desde julio de 1954, figuro al frente de la alcaldía realizando una labor de cierta importancia al Ayuntamiento y que sería interminable reseñar todas las actividades. Ha procurado llevar a la práctica cuantas obras y trabajos hayan supuesto mejoras que dieran impulso a la importancia de Cieza. Mi mayor preocupación al tomar posesión, fue la construcción de viviendas y el problema del analfabetismo. El primero, debido al natural aumento de habitantes que, acusaban de una manera alarmante la falta de viviendas, pedía una rápida solución, porque las ansias de los vecinos no podían ser desoídas.  A la inauguración del grupo «San Orrio», de 192 casas, siguió las 108 del grupo «Alcázar de Toledo» y las 200 entregadas en julio del pasado año del llamado grupo «Ambrosio López». También ha colaborado el Patronato local «Nuestra Señora del Buen Suceso», con la construcción de 28 viviendas, continuando este organismo su labor al tener aprobados sus estatutos por el Ministerio de la Vivienda. Han sido aproximadamente más de 500 las viviendas entregadas, pero la necesidad era tal que hoy aún no bastan. En materia de enseñanza, la Corporación trata de resolver de una manera definitiva este problema. Recientemente fueron inaugurados el grupo escolar «Pascual Saorín», construido con una aportación de este generoso ciezano; el grupo escolar de la «Ermita,» debido a la Caja de Ahorros del Sureste de España; el grupo escolar construido por la Obra Sindical del Hogar; dos escuelas rurales, y a mediados del pasado curso, el Ayuntamiento inauguró solemnemente el nuevo edificio donde el Colegio Oficial de Enseñanza «Isabel la Católica» quedó magníficamente instalado, por que el anterior era insuficiente. Son muchísimos los proyectos puestos en ejecución de mejoras de servicio y embellecimiento de la población: una cámara frigorífica para el servicio de carnes; un kiosco para la música en la Plaza de España, que con las obras llevadas a cabo y nuevos jardines, la ha convertido en uno de las más bellas de la provincia; los jardines del Paseo de los Mártires, y el Parque, junto con otros lugares también han sufrido una total transformación que le dan a Cieza aspecto de gran ciudad; nuevo alumbrado en el Paseo de los Mártires, Avenida del Caudillo y calles de mayor importancia. Por ser de absoluta necesidad, ha sido preciso el hacer inversiones de gran consideración, como es, por ejemplo, la aportación de un millón de pesetas para la terminación del Instituto Laboral. Se han repoblado un buen número de montes, con consignación del Estado, pero con gasto importante para el Municipio; compra de solares para la construcción de Viviendas; la Casa de la Falange instalada en un nuevo local amplio y bien situado; adquisición de un elevado número de contadores de agua para el mejor control de ésta; construcción de una pasarela sobre la Rambla Cañada del Realejo; asfaltado del camino de la estación; compra de un edificio destinado a Almacén municipal; pavimento de varias calles con hormigón asfáltico. Mejoras. Contando siempre con las disponibilidades económicas que, en muchas ocasiones, por desgracia, no permite entrar de lleno en todo lo que hace falta, como urgente se encuentra la construcción del nuevo Matadero Municipal, cuyas obras comenzaron hace unos meses; edificio para el Cuartel de la Guardia Civil; aprovechamiento de las aguas residuales en colaboración con el Grupo Sindical, proyecto éste del que se beneficiarían unas 2.400 tahúllas que quedarían convertidas en riego; realización de una nueva lonja para descongestionar el Mercado; ampliación y mejoramiento de las redes de alcantarillado y aguas potables. Son pocos los proyectos que por la Corporación Municipal se acarician, como es la urbanización del recinto de la Ermita del Santísimo Cristo del Consuelo; urbanización de la ciudad mediante construcción de un paseo perimetral según proyecto del Arquitecto don Pedro Maguruza Otaño.  Esta sucinta relación nos da una idea de la labor que lleva a cabo Ayuntamiento acometiendo y llevando a la práctica mejoras de importancia que seguirá haciendo todo lo que pueda por Cieza y para Cieza”.

A continuación se exhibía el Programa Oficial de la Feria, ratificado por el presidente de la Comisión de Festejos, Fulgencio Serra Peña, el secretario, Julio Vizueta Gallego y el alcalde. Las fiestas durarían del 23 al 31 de agosto. El comienzo de Feria coincidió con domingo, y el ajetreo rompió a sonar a las siete de la mañana con la Diana por la Banda Municipal de Música, anunciando las fiestas. Tras esto se sucedieron: la apertura oficial de la Feria, la inauguración de la Exposición de Oleos del pintor M. González Santana y la apertura de la exposición de pintura de artistas locales en el Casino, a las 5:30 horas de la tarde, presentación del equipo local Cieza C. F., que se enfrentaba al Gandía C. F., a las ocho hubo un gran concierto por la Banda Municipal en el Real de la Feria, y definitivamente, a las nueve de la noche: el primer castillo de fuegos artificiales, en el arenal por el pirotécnico señor Más.

La feria de 1959 traía una intensa actividad deportiva: encuentro entre los equipos infantiles del R. Madrid, Campeón de España, y Cieza F. J., Campeón provincial; encuentro entre el equipo titular y el Tarrasa F. C.; gymkhana en el Paseo de los Mártires, con intervención de valiosos motoristas locales y provinciales; gran prueba ciclista de categoría libre, con salida del Pabellón, 15 vueltas al circuito cerrado con salida al Puerto de la Mala Mujer, regresando al de San Roque por Cieza, y como final, otras 15 vueltas a dicho circuito con un total de 127 kilómetros, con premios por valor de tres mil pesetas y copas.

Los espectáculos y actuaciones eran constantes: conciertos de la Banda Municipal, representaciones al aire libre de Teatro Guiñol del Frente de Juventudes, fiesta infantil con elevación de globos, cucañas y otras atracciones en el Real de la Feria, funciones de Cine al aire libre, “espectáculo cómico-taurino-musical”…  Además, ya hacía acto de aparición el Tío de la Pita, que recorría la ciudad los días 22, 23 y 24, también, todos los días había verbenas populares. El Real de la Feria quedaba instalado en la Plaza de España y calles del Buen Suceso y adyacentes, y las atracciones en el solar de doña Adela. El Mercado de Ganados quedaba instalado al final de la calle del Buen Suceso. Y se engalanaba Cieza con “una espléndida iluminación”.

Los años pasan y las envolturas cambian pero persisten invariables en las Ferias de Cieza que se repiten: año tras año.

 

 

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