Éxodo

Le desata las sandalias y lanza los zapatos al abismo que rodea la cama. Entra una brisa que les incita al ejercicio físico en pleno verano. Les gusta sentir la mayor unión física, por eso hasta las camas de cuerpo y medio se hacen mundos a su paso. Hace un ruido espasmódico por los tornillos mal apretados. Las caricias y los besos vuelan como súplicas en el día del juicio. La ropa es arrancada como para curar una herida borboteante. Sin pecado concebido. Comienzan su éxodo del resto de la civilización. Caen una a una las calamidades para liberarse. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Dios dio instrucciones a Moisés para que le dijera a Aarón que levantará su báculo. Los fluidos se convierten en sangre, la saliva se convierte en sangre,  nada más visceral que ese puñado de arrumacos. Las plagas se exacerban al ver que no entran en la cúpula de libido generada tras el primer cunnilingus. Demasiado a lo que enfrentarse. Crean una destructiva tormenta, un granizo mezclado con fuego, la caída de un imperio hegemónico de moral. Las tinieblas y la oscuridad las pueden sentir físicamente, se entienden con más eficacia en ese agujero negro. Campo gravitatorio excesivo. No hay nada más poderoso. Gemido, gemido, arañazo, gravedad, súplica, lujo, ¿lujuria?, lujo, plaga, gemido, 40 años, un segundo, a ti me encomiendo, pecado, tornillos, mano en la boca, muerte de los primogénitos,

Y ella expulsó el orgasmo. Y Robert Plant desde la radio del piso de arriba. “And as we wind on down the road, our shadows taller than our soul.” Acompañado del llanto de una niña. La puta cría siempre está igual, que se calle, le sugiere su padre. Y la mujer de esté a él que no le hable así a la niña. Y él a ella que se calle también, que se va a cagar en dios. El génesis de la humanidad, la providencia del patriarca. Ya están los de abajo otra vez, ¿no les da vergüenza? La promesa de que bajará a explicarles un par de cosas, la elección de reventar un vaso contra la pared, la alianza de un Adán y una Eva que seguirán perpetuando la estirpe. La niña llora, y seguirá llorando hasta no comer la manzana. Adán se abre una ambrosia que le cae por el gaznate antes de amenazar a Abela con darle una hostia como no se calle ya. Cierra la ventana para no escuchar la obscenidad de los de abajo. Los malos son malos porque hay algo que tienen que curar. “When all are one and one is all. To be a rock and not to roll.” Ponte a hacer la cena que tengo hambre, grito, grito, golpe, gravedad, súplica, génesis, llanto, honrarás a tu padre, no tendrás pensamientos ni deseos impuros, los de abajo, obscenidad, cena, decalogo patriarcal.

Cae el diluvio de incomodidades internas sobre su Eva, suya. La lluvia va hacia abajo, pero se vuelve otra. Cae el diluvio de complicidades externas entre los dos, entropía de sinergias. Ya están los del piso de arriba otra vez, ¿no les da vergüenza? Es que hemos hecho ruido, deberíamos cortarnos un poco al amar. Los buenos son buenos porque están continuamente curando algo. Los siete sellos estimulados. Los jinetes con caballos cromáticos. Púrpura. Escarlata. La amazona. Las siete trompetas. La quinta que trae el primer ¡ay! La séptima que trae el tercer ¡ay! Aclamación celestial. El arca de su alianza deslumbra el patio de luces. Gritos desde arriba. Obscenidad. Tú que quitas el pecado del mundo, atiende a nuestras súplicas. Abre las ventanas. Juicio final. Gemidos desde abajo. La ramera de Babilonia. Quién esté libre pecado que tire la primera piedra. Pero no la lanzaron desde abajo para seguir así, libres, sin pecado, en su propio paraíso.

 

 

 

One thought on “Éxodo

  1. Fran

    Algo claro he sacado de la lectura, pa qué narices entro a leerte??

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