La Navidad ciezana a través de la Historia

El devenir de los siglos ha creado en Cieza una festividad cargada de ilusión. Rescatamos de la hemeroteca historias olvidadas de las Navidades ciezanas

Miriam Salinas Guirao

Desde felicitaciones públicas a campeonatos, pasando por recibimientos a ciezanos y a concursos de villancicos. Cieza ha sido durante las Pascuas un hervidero de emociones, tiempo limitado de alegría, o de al menos, su intento. En las barrigas, a veces vacías; en los tiempos, a veces escasos, por el largo trabajo; Cieza cose en los diarios su Navidad.

El 6 de enero de 1924 en Nueva Cieza se publicaba : “Días felices en los que se olvidan hasta las penas más hondas; la alegre pandereta y el ruido socarrón de la zambomba llena de alegría el humilde hogar del obrero, el rollo con piñones y el sabroso turrón endulzan por unos días, las amarguras de otras muchas; alegres pascuas, porque al conmemorar el nacimiento del Niño Jesús, la tradición nos obliga a que pongamos nuestros estómagos llenos de pavo, y como alcancía llena no tiene pena, el cuerpo pide jolgorio y fiesta. La suerte ha venido a llenar de felicidad, a un puñado de familias pobres, que han sido favorecidas con medio millón de pesetas. La lotería de Navidad ha ofrecido unas Pascuas para muchos años, a los agraciados, si saben conservar esas pesetas, darles impulso en negocios y dedicarlos al trabajo. Nosotros felicitamos a todos los agraciados y nos hacemos participes de su alegría.” Como en la Cieza de antaño, algunas comidas se mantuvieron y persisten. Recuerda Javier a su abuelo que cada Navidad sacrificaba un pavo que criaba y lo preparaba para la cena. También recuerda María que a veces cortaban un trozo de turrón duro para repartir entre los primos. Habla Luis de las almendras garrapiñadas de su tía: “¡Estaban buenísimas, las hacía para toda la familia!”

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En 1933, el 24 de diciembre, se hacía mención en La Verdad a lo poquito que había caído en Cieza de la Lotería: “Se ha portado mal con Cieza, a juzgar por las noticias que a nosotros llegan hasta la hora en que escribimos. Solo se ha cogido, que sepamos, unos premios chicos, de la centena del primer premio.”

El regreso de los ciezanos y los bailes en el Casino

También había espacio en los diarios para mencionar las avenidas de ciezanos que durante el año se encontraban en otro lugar. El 22 de diciembre de 1935 en Presente! se da cuenta del regreso, tras largo viaje por el extranjero,  del industrial y gestor del ayuntamiento, Antonio Giménez Massa que venía a pasar las navidades con su familia. También regresaba desde Villena el joven abogado Luis Partera. Con igual motivo vino de Granada el estudiante de Derecho Pedro Torres Piñera. Y desde Baza el registrador de la propiedad Rafael Rovira. En la misma página se informaba de los bailes en el Casino: “Durante todos los días de Navidad y Nochevieja celebrará el Casino de Cieza animados bailes. Los primeros por la tarde a las 5 y el último a las 10 de la noche en el que se invitará a todos los asistentes con las clásicas uvas. Por el presente se invita a todos los socios y sus familias”.  Para la solidaridad también había espacio, en cuanto a las cantinas escolares, durante esa semana de diciembre se donó comida “por el Banco Internacional y por el notario de Alcázar, el paisano José Durá Ruiz, quien, aunque lejos de Cieza, al tener noticias de la obra de esta simpática institución, se ha apresurado a suscribirse con un día, que correspondía al último de clase antes de las vacaciones de Navidad. Es un rasgo de desprendimiento en favor de los niños necesitados, que por fortuna para estos, tiene numerosos imitadores”.

Unos años más tarde 26 de diciembre de 1960 se informaba de la “brillante clausura” de la Navidad en Cieza: “El pasado sábado el alcalde y jefe local del Movimiento, señor Almela, clausuró la Campaña de Navidad atendiendo a más de novecientas llamadas desde la Emisora Radio Popular de la localidad. Recibió importantes donativos en metálico, en ropas y en especie con los cuales han sido atendidas 300 familias necesitadas de la ciudad con un total de 1150 personas. Las capazas contaban de comestibles, turrones y otros artículos de Navidad”. Las señaladas fechas servían de respiro para las familias más necesitadas que podían, con suerte, recibir la solidaridad de los vecinos.

La Navidad ha sido en Cieza una excusa para engalanar las calles y comercios. El 22 de diciembre de 1965 en Línea se informaba de la iluminación de las calles de Cieza: “Nuestro comentario de hoy ha de girar en tomo al ambiente que se respira en estos días, vísperas de las fiestas de Navidad. Muchos establecimientos se  afanan en adornar  sus escaparates a tono con los días que se avecinan, y algunos con profusa Iluminación, que les hacen ofrecer un mejor aspecto. Este año, el Ayuntamiento ha querido poner su grano de arena,  Iluminando artísticamente varias calles, contribuyendo con esta decisión del alcalde, Almela Pujante, a dar una mayor brillantez a la ciudad.  De momento, Cieza, al igual que el resto de las ciudades españolas, vive pendiente de las noticias que esta mañana les  lleguen por los receptores de radio y televisión, puesto que de ellas dependen las ilusiones que se hayan hecho, del tradicional sorteo de la lotería de Navidad. Unos más y otros menos, todos, sueñan con alcanzar el privilegio «gordo» para resolver problemas y hacer realidad los sueños, que más tarde terminarán con una conformidad de alcanzar por lo menos la «pedrea». Esperemos que la suerte se acuerde de nuestra ciudad y venga para acá uno de los primeros premios”. La lotería y la iluminación se unen a los regresos y la solidaridad de estos días en la historia navideña de Cieza.

Campeonatos y concursos

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En las Navidades ciezanas quedaba impulso para concursos y campeonatos. En 1970, el 20 de diciembre, se informa en el diario Línea del concurso de villancicos en el que participaron 700 niñas. “Más de veinte grupos han participado en el concurso anual de villancicos que por estas fechas organiza la Sección femenina. Unas setecientas niñas pertenecientes a escuelas primarias, enseñanza media, juventudes y otros centros cantaron en el teatro Galindo durante una larga jornada celebrada ayer, que fue presenciada por numeroso público. (…) Al término de cada actuación sonaron calurosos aplausos para premiar el esfuerzo y las condiciones artísticas de los participantes, que de esta manera colaboran para alegrar con sus voces juveniles estas vísperas de las fiestas navideñas ya inminentes”.

El 24 de diciembre de 1979 en Hoja del lunes, se daba noticia de los I Juegos Deportivos de Navidad que celebraba el Centro Excursionista Ciezano. Se celebró en el Polideportivo Municipal El Cross Interprovincial contó con una participación muy numerosa de atletas de diversos clubs. Destacó en la categoría cadetes y juvenil el club Eliocroca de Lorca; en sénior el primer puesto fue para Romera seguido de Bravo, y tercero Diego Salmerón (C. E. C.) Los dos primeros del Eliocroca. En categoría júnior primer clasificado fue José Bochs. El periódico subraya como sobresaliente el circuito en donde se desarrollaron las pruebas, “calificado por la Federación de muy bueno”. Por la tarde en el pabellón del Polideportivo Municipal se celebró una exhibición de fisicoculturismo a cargo del atleta Santiago Martínez. Dentro del programa confeccionado de estos primeros juegos deportivos hubo un campeonato escolar de fútbol sala, competición de tiro olímpico para escolares y encuentro de balonmano femenino entre los equipos locales C F. F. Cieza y Centro Excursionista Ciezano.

Si de las comidas conservamos algunos manjares, del resto de tradiciones guardamos también su celebración. La lotería persiste, los villancicos y la iluminación continúan, los actos solidarios siguen celebrándose, incluso las competiciones deportivas, aunque modificadas, siguen teniendo vigencia en las Pascuas. Lo que no se anuncia ya en los diarios son los regresos, pero con el avance de las comunicaciones, no hace falta.

Del pasado corre un hilo invisible, como un imperativo, que se remolinea, agudiza el filo y corta en los tensores del descargue de emociones concretas que rebosan en estas fechas. Si el devenir ha cosido su paso en las Navidades ciezanas, cojamos aguja e hilo para continuar la faena.

 

 

 

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